viernes, 30 de octubre de 2009

A fin de mes

Transcurrido un mes en Polonia, podemos empezar a considerarnos parte activa de la ciudad. El pasado domingo nos dedicamos a turistear por Wroclaw ya que nos faltaba por ver más de la mitad. Las iglesias, los teatros, la ópera... están muy bien, pero los parques-bosques ganan a todo lo demás. ¿Habéis oído hablar del Golden Fall? En Polonia, tienen 5 estaciones en lugar de 4 y ésta es la intrusa entre el verano y el otoño. Todos los bosques cambian de color radicalmente (y cuando decimos radicalmente, decimos 2 días) y todas las hojas se vuelven doradas.


Foto: Vistas desde nuestro ventanal


Nuestros conocimientos de polaco están mejorando a un nivel considerable gracias a que hemos empezado las clases Tandem con Chris un polaco-alemán que nos enseña a librarnos de los chicos pesados en las discotecas al mismo tiempo que aprende a decir: "Xiqueta, ets molt guapeta, vols una horxata?"; y gracias también a que hemos hecho buenas migas con los compis de las clases de polaco, lo que hace que las lecciones se alarguen y que a ellas les sigan cervezas en pubs hablando de temas bastante interesantes.

Nuestro amor por el profesor Oziewick/Sting sigue en aumento, a pesar de la inteligente táctica que ha empleado hoy para reternernos en clase durante una hora y media. No sólo falta a clase y no te deja irte a casa, sino que te manda un trabajito para que te mantengas ocupado hasta las 3 de la tarde sin posibilidad alguna de escapatoria. Por la fundación del club de fans de Oziewick.


Foto: Duendecillo lector de Wroclaw

En el mes de noviembre se preveen más y nuevos viajes a DDRRESDN y a Krakow. Os iremos informando.

Por cierto, objetivo cumplido ¡¡hemos encontrado bares no pachangueros en Wroclaw!! ¡¡Este finde toca fiesta alternativa!!

Para terminar, mención especial a nuestra única fan, Maribel, que nos sigue y COMENTA en cada actualización, con arte y salero.

Neus y Almudena

sábado, 24 de octubre de 2009

Praha... Prague... Praga.



Sueño y frío en un tranvía a las seis de la mañana... así empezó nuestro viaje, sin embargo, ¡resulta imposible dormirse en Praga! (Demasiado para ver, mucho por descubrir). Siete horas de trayecto en medio de lo que parecía la estepa rusa (¿habéis visto alguna vez cincuenta centímetros de nieve a mediados de octubre? Hasta entonces, nosotras no) dieron para recuperar -más o menos- las fuerzas pérdidas durante la noche anterior que compartimos con Celia y Ginés, compis del lejano reino de Atzavares.

Un vez en la ciudad kafkiana la cosa no pintaba demasiado bien: sueño atrasado (debido a las siestecillas interrumpidas por revisores del tren con pinta de sicarios de la KGB), hambre, lluvía moderada y confusiones varias. Primero, intentaron cobrarnos tres eurazos por un mapita de la ciudad en una destartalada Oficina de Turismo; nosotras y nuestro cara dura... puesto que lo consultamos durante un rato hasta que encontramos el albergue en cuestión y nos fuimos sin comprarlo. Aún así, no llegamos al Chili Hostel sin habernos perdido unas... ¿cinco veces? bajo la lluvía y cargadas con todo el equipaje. La cosa mejoró cuando comimos y nos instalamos, después... ¡a pasear por Praga se ha dicho!

Aunque llena de turistas... con quienes lidiamos los tres días para evitar accidentes graves provocados por paraguas que más que eso parecían sombrillas, el encanto de Praga nos atrapó pronto y profundamente: los jardines del castillo, el puente de Carlos, la catedral, Golden Lane, la plaza del ayuntamiento, el barrio judío, los títeres, los parques... Sin embargo, fueron esas callejuelitas, parques y casas desconocidas lo que más nos llamó la atención. Salirse del circuito turístico pragués establecido fue un placer que nos permitió descubrir lugares tan auténticos como la "Kavárna Módry Orel" (cafetería de sabor tradicional donde probamos el "strudl").

Otra de las cosas esenciales en Praga es el teatro, especialmente el "Black & White" theatre, y, allí que nos fuimos a despedir la última noche de nuestro viaje. Después de ver representado el "Fausto" en una sala chiquitita pero abarrotada hasta los topes (españoles la mayoría... ¿hemos comentado alguna vez que estamos en todas partes?) corrimos a probar, cómo no, la famosísima cerveza checa y las salchichas. Imaginad: un bar de tres plantas, rojo, lleno de gente... entre la que se contaban dos españolas, nosotras, destrozadas por el cansancio en la barra. Noche breve (no podíamos más después de haber estado casi doce horas recorriendo la ciudad), pero intensa. Praga fugaz... feliz.

Nos han faltado varias cosas: algún barecito de jazz, los talleres de títeres, paseos por la ribera del río, probar la absenta... Por ver la Praha turística, normal pues era nuestra primera visita, dejamos en el tintero la Praga bohemia.

Conclusión: hay que volver.



Neus y Almu

martes, 13 de octubre de 2009

Por primera vez en Polonia





Después de unas semanas un poco ocupadas de más, sin tiempo para respirar, hemos comenzado a sentir que es un verdadero estudiante Erasmus con todos sus pros y sus contras.

Resumiendo mucho, vamos a contar algunos de los momentos más relevantes de estos días:

Presentación en el City Hall de Wroclaw. La expectación no podía ser mayor, tras horas y horas de investigación de "elegancia polaca" y muchas advertencias dirigidas explícitamente a las dos Erasmus españolas para que no llevaramos vaqueros, decidimos por la opción más apropiada, lo mismo que todos los días pero cambiando vaqueros por medias.

La presentación en sí, fue toda en polaco, por lo que sólo pudimos entender palabras clave como: Alicante, Santiago de Compostela o Erasmus. El lugar elegido era uno de los más característicos de la ciudad pero las duras exigencias del protocolo no nos permitieron disfrutarlo al máximo, sobre todo cuando el rector nos hizo presentarnos ante el público para darnos la bienvenida a la universidad.

En la cena posterior la cosa se puso aún más interesante. Una fiesta a la que sólo fuimos invitadas las cuatro Erasmus de entre todos los alumnos, y en la que estuvimos rodeados de todos nuestros futuros profesores, los cuales, muy amablemente, nos ofrecieron todo tipo de ayuda para cualquier problema que pudieramos tener durante nuestra estancia en Wroclaw.

Primera fiesta polaca. Poco hay que decir de la fiesta polaca, si creíamos que el vodka no era tan famoso como parecía, el pasado miércoles todo quedó desmentido. Los polacos beben vodka como agua. Para los interesados, la famosa fiesta WOW (fiesta bienvenida universitaria) fue todo un éxito.

Primera semana de universidad. Las clases a las que hemos asistido durante esta semana pasada nos han motivado para seguir en Polonia. Una de las clases a la que asistimos fue la de Gramática Española, clase que en un principio nos pareció bastante divertida, sin embargo, nos dimos cuenta de lo dificil que puede llegar a ser nuestra lengua para los extranjero, aunque cabe destacar que los tiempos verbales se los sabían mejor ellos que nosotras.

Primeras clase de polaco. Hoy hemos empezado nuestras primeras clases de polaco. La lengua que parecía impronunciable cuando llegamos, ya va cobrando un poco de sentido, aunque siga siendo extremadamente difícil diferenciar entre las miles de "s", "z" y "cz". El grupo de clase es un grupo bastante internacional formado por alumnos de Italia, Marruecos, Alemania y España, por lo que nuestros intentos por comunicarnos entre nosotros se caracterizan por una amplia variedad de acentos.

Habitación 1005 A. Tras movimentos de muebles, visitas a Ikea y Auchan, fotos de amigos y posters improvisados, nuestra habitación ya comienza a parecer un hogar. Pero en todo hogar siempre hay vecinos no del todo agradables que te despiertan a las 8 de la mañana con "pachangueo polaco" y que no limpian el baño común. Tras peleas vecinales, al fin hoy hemos conseguido una limpieza a fondo del baño y una sonrisa por su parte al llegar a la residencia y es que el genio español impone...

Primera tortilla española. Pasó el examen aprobando con nota por nuestro Studdybuddy polaco,Tom. Nuestros padres pueden estar orgullosos de nosotras.

Para acabar la actualización, primicia: Este fin de semana, PRAGA

Os iremos informando de todo.

Foto: Plaza Rynek uno de los últimos días de calor.
Música: Silencio de la noche

Neus y Almu

jueves, 1 de octubre de 2009

Habitación 1005 A



Primera semana en Polonia superada. No solo seguimos vivas, sino bastante contentas.

Tras paseos y paseos por la ciudad, hemos llegado a dos conclusiones: Wroclaw es precioso y como sigamos andando a este ritmo, no llegamos a diciembre.

Viaje en avión... fue relativamente bien, exceptuando el hecho de que 5 horas antes de la salida nos enteramos de que 15 de los 30 kilos que habíamos preparado, los teníamos que dejar en tierra. El avión parecía un viaje Erasmus organizado a Wroclaw: todos éramos estudiantes españoles.

Residencia... a primera vista, la residencia nos pareció un auténtico antro, sin embargo, con el tiempo y después de una limpieza a fondo y redecoración profunda esto va tomando forma y hasta nuestros vecinos nos caen bien, cosa que al principio nos parecía imposible pues ni nos saludaban.

StudyBuddies... fueron un punto fuerte los primeros días. Nos enseñaron la ciudad, nos ayudaron con el polaco y nos sacaron de fiesta. Sin ellos, todavía estaríamos encerradas en la habitación llorando y echando de menos España. Mención especial para los Erasmus de Budapest (¡¡hay que ir a Lubin!!)

Húngaras... llegaron unos días más tarde que nosotras, pero ya hemos formado un buen equipo. Los 30 kilos que nosotras tuvimos que dejar en España, ellas los doblaron, trayendo de Hungría todo lo que faltaba y más.

Clases... nuestro primer día de clase es digno de recordar. Si queríamos comenzar a aprender polaco, hoy hemos hecho un listening de 2 horas porque nos hemos equivocado de clase y nos hemos tragado la presentación de los de primero, eso sí, todo en polaco. Superado el pánico inicial, podemos deciros que la segunda clase ha ido bastante mejor, hasta hemos hablado un par de veces (ahora sí, en inglés).

Balance inicial... Muy favorable: gente maja, ciudad preciosa, no demasiado frío por ahora y lo que nos queda por descubrir.

Foto: Candados misteriosos en uno de los puentes del casco antiguo de Wroclaw
Música: Pachangueo polaco de la habitación 1005 B

Neus y Almu